miércoles, 21 de marzo de 2007

“Horacio y Hugo CONZI. Vínculo Simbiótico Psicótico-Psicópata. Folie à deux. PAREJA DELINCUENTE.”















*Patricia Martínez Llenas

El presente trabajo está basado en una intensa participación de quién suscribe en la preparación e investigación pericial psico-psiquiátrica que fuera dirigida por el Dr. Mariano Castex, y el asesoramiento a los letrados defensores del Sr. Horacio Conzi, durante el Juicio Oral que tuviera lugar de Junio a Noviembre 2005 en San Isidro.


A modo de introducción

Cuando Truman Capote, en su famoso libro “A sangre fría”, trata de desentrañar el tipo de relación existente entre Dick y Perry, los dos asesinos de la familia Clutter, utiliza una expresión psiquiátrica, “folie à deux”, que viene a intentar describir el estado de furor compartido y retroalimentado entre estos dos: pareja delincuente.

La “Folie á Deux”
“La folie à deux es una locura compartida entre dos, o lo que es lo mismo, la situación psicopatológica en la que una persona paranoica contagia su delirio a otra, con la que está unida por lazos muy estrechos de afinidad familiar o de convivencia.
Puede darse el caso de folie a trois --cuando son tres las personas afectadas-- o múltiple, si son varias. La folie à deux es una enfermedad curiosa, que llama la atención por la peculiaridad y escasa frecuencia. Fue descrita por Lassègue y Falret en 1887, y desde entonces no ha dejado de ser objeto de especial curiosidad.
La mayor parte de las veces es una madre la que induce al delirio a una hija, en otras ocasiones, una esposa al marido. Se da menos entre padre e hijo o entre hermanos, pero siempre exige una convivencia y una relación muy cercanas y estrechas. Y una personalidad más fuerte que induce a otra u otras, débiles y sugestionables.
Quizá la folie à deux pueda tener que ver con esos extraños y alejados casos de locura colectiva como describe Hecker en 1884 y denomina manía de baile , por tratarse de grupos de personas que entraban en una especie de trance de locura mientras bailaban.
Son estados psíquicos grupales que se dieron en la Edad Media, en los que una simpatía morbosa, tras una incipiente complacencia, pasaba a convertirse en una pérdida total de la voluntad e incluso en una auténtica enfermedad mental.
En la actualidad también se dan casos de delirios de grupo, algunos con finales trágicos, como esas matanzas y suicidios colectivos de extrañas sectas que, a veces, nos ofrecen las secciones de sucesos.” *
* Angel G. Prieto (16/12/2004) Psiquiatra

De la confusión identitaria a la confusión psicodiagnóstica
…Y así ocurrió, día tras día durante las audiencias del juicio a Conzi, donde permanentemente, tanto la fiscal, los testigos, los peritos, los letrados, y los medios, confundían una y otra vez la identidad de ambos hermanos, se dirigían a Horacio llamándolo Hugo y viceversa. Vínculo simbiótico como pocos que induce permanentemente a una contaminación identitaria, o como dirían los psicoproyectistas franceses a un “téléscopage des roles”.
“Los Conzi”, tal como se los conoce vulgarmente, que actuando al unísono y en forma de pareja delincuente, no permite a primera vista desenmarañar el rol de cada uno, situación que fue explotada adrede por los peritos de parte de la querella, ya que al imputado le cupieron todo tipo de clasificaciones psicopatológicas que se apoyaban en hechos y situaciones mezcladas que, protagonizadas por uno y otro hermano, no permitieron una lectura imparcial de la personalidad de Horacio.
De ahí que la duda promovida desde la defensa, si fuera Horacio o Hugo quien manejó y disparó el arma homicida cobre enorme valor a la luz de este juicio, que aún continúa abierto en la Cámara de Casación.
Desde una visión criminológica
Para comprender mejor la dinámica criminal de esta pareja (de hermanos) delincuente, hay que referirse a distintos aspectos que la criminología considera como atinente establecer, pero que la psicopatología forense nos encamina de manera clara y precisa.
Los “Conzi”, portadores ambos de personalidades altamente impulsivo-agresivas, quiénes en el municipio de San Isidro eran señalados como “mafiosos, delincuentes”, de quiénes cierta prensa acusó de tráfico de droga y venta de armas, bajo la protección de un político de alto rango “capo mafia” –Antonio Cafiero- a quién servían para sus negocios sucios y también como testaferros, por lo que el complejo gastronómico conocido como “Dallas”, tal como se llamaba al principio, fuera cambiado luego del crimen de Schenone por otro y actual nombre de “Las Olas Boulevard”. Como dijera cierto periodista, los corruptos buscan testaferros entre gente loca e ininmputable para que hagan los trabajos sucios que les encargan, total son éstos últimos quiénes irán a la cárcel, o al manicomio.
De las conclusiones periciales psico-psiquiátricas arribadas por la parte defensora de Horacio Conzi, se extrae:


“CONCLUSIONES PERICIALES"

En función de todo lo expuesto, es posible en consecuencia, producir los siguientes conclusiones:

I. Horacio Santiago Conzi es un psicótico presentando un cuadro de delirio de índole esquizoparanoide.
II. El término psicosis o de enfermedad psicótica debe entenderse aquí, en el sentido que se expone en el capítulo dedicado a las consideraciones psicopsiquiátricas legales, las que pueden resumirse en la definición dada por Myre Sim, en la clásica Enciclopedia de Psicología Médica, dirigida por Stephen Krauss, Ed. El Ateneo s.a., Bs.As., 1981, pp. 465-468.
III. Siguiendo con lo antedicho, puede señalarse que conforme a este tratado clásico, la enfermedad psicótica que presenta el peritado es predominantemnete de índole funcional, sin perjuicio de lo que a continuación sigue y que posibilita el poder hablar también de una contaminación sobreviniente por organicidad.
IV. Horacio Santiago Conzi padece además, un cuadro psiconeuroorgánico que altera severamente, en situaciones conflictivas y/o frustrantes para él, los mecanismos conductuales en estrecha vinculación con los circuitos emotivos y de inhibición de los impulsos primitivos que emanan del denominado cerebro límbico o emotivo.
V. Esta perturbación tiene origen en secuelas producidas por el severo traumatismo cráneo encefálico con impacto cráneo frontal sufrido años antes, cuyas constancias médicas obran en actuados y, además en conflictivas severas padecidas en etapas cruciales de su desarrollo evolutivo y que surgen en la anamnesis o interrogatorio clínico efectuado en ocasión del examen psicoclínico.
VI. La perturbación de los circuitos emocionales e inhibidores de la conducta se encuentra claramente señalada en la clínica, en los resultados de algunas pruebas arrojadas por el psicodiagnóstico y por el SPECT realizado.
VII. En consecuencia de todo lo señalado, Horacio Santiago Conzi padece una alteración morbosa compleja y mixta en cuanto a origen de sus facultades mentales.
VIII. Como consecuencia de ello, especialmente debido a la perturbación de sus circuitos emocionales e inhibitorios, es proclive, en situaciones que desbordan por completo sus controles reguladores, a la producción de actos de extremada violencia, carentes de toda valoración previa y a los que no puede manejar..
IX. Igualmente puede señalarse que la dimensión cognoscitivo valorativa del peritado, en función de su compleja patología mental, se encuentra alterada, ya que su esquema de valores pertenece a su mundo propio y no al circundante.
X. En este preciso punto, se discrepa con los apreciados colegas oficiales, ya que si bien mantiene una capacidad para conocer sus conductas, en la dimensión valorativa presenta falencias, lo que implica que en cuanto al bien y el mal y lo justo y lo injusto de una determinada conducta para él, dependerá de la peculiar y enferma visión que tiene de la realidad de su circunstancia.
XI. Desde una visión psico tutelar del peritado, se entiende que este ofrece parámetros psico clínicos suficientes que permiten aseverar la posibilidad en él de producir conductas que puedan afectar sus intereses y patrimonio, así como los de terceros, estando afectadas parcialmente su discernimiento, intención y voluntad conforme se interpretan tales términos en la codificación civil argentina (arts. 895 y 900 CC Arg).
XII. El peritado, si bien compensado y tranquilo por lo ordinario mientras pueda permanecer en su mundo propio y trabajar en el objeto de su delirio, en situaciones en que se altera su precario equilibrio y defensa, es susceptible de producir actos agresivos de extremada violencia, lo que lo torna peligroso psicoclínicamente hablando y obliga a someterlo a tratamiento psiquiátrico prolongado.
XIII. Finalmente, por todo lo supradicho, entiende el suscrito que el examinado no se encuentra con capacidad para estar en juicio, ya que toda acusación que se le enrostre, así como toda respuesta y descargo que efectúe en su defensa, lo hará desde su dimensión psicótica, como lo demuestra la sola lectura metódica de su declaración, que este perito abajo suscrito efectuara en el presente añadido.
*
Se considera útil concluir con una cita de S. Freud, en 1911, en su trabajo titulado Observaciones psicoanalíticas sobre un caso de paranoia autobiográficamente descrito. En el mismo, el Doctor Weber describe el trastorno mental severo que padecía el magistrado Schreber del siguiente modo:

En la actualidad el Sr. Schreber, aparte de algunos síntomas psicomotores que incluso el observador más superficial ha de reconocer patológicos, no muestra signo alguno de demencia ni inhibición psíquica, y tampoco su inteligencia aparece visiblemente disminuida. Reflexiona bien, su memoria es excelente, dispone de un considerable acerbo de conocimientos, no solo en cuestiones jurídicas, sino también otros muchos sectores y puede exponerlos en procesos mentales perfectamente ordenados. Se interesa por la política, la ciencia, el arte, etc.. y se ocupa continuadamente de tales materias, sin que el observador ignorante de su enfermedad pueda reconocer en sus palabras sobre tales temas signo alguno de perturbación. Pero con todo, el paciente se halla invadido por representaciones patológicamente condicionados que han formado un sistema total, se hallan más o menos fijadas y no parecen accesibles a una rectificación por la aprehensión objetiva y el enjuiciamiento de las circunstancias reales. (Nota del perito: Aquí está precisamente en el sistema total que conforma el núcleo delirante la piedra fundamental de la enfermedad psicótica que afectaba al magistrado).” (Sic.)


Pareja delincuente, folie á deux, íncubo-psicópata/súcubo-paranoico, o mejor dicho, cambios continuos de roles por trastorno simbiótico de la personalidad

De la historia vital de los Conzi, se rescata la presencia de un funcionamiento simbiótico de ambos hermanos desde sus remotos años infantiles. Así lo expresó el imputado Horacio durante las entrevistas psicoclínicas llevadas a cabo por la perito Gabriela Tommasi:

“Nació de parto normal (“según me contaron”) el 17 de febrero de 1959.
Tiene un hermano mayor Hugo, con quien siempre tuvo un vínculo muy estrecho (de características simbióticas como se observara después en sus dichos). Su padre vive solo, tiene 86 años. Su madre falleció de leucemia en 1971 (cuando el tenía 12 años). “Estaba en primer año del secundario y mi hermano en 5to año, del colegio San Gabriel, lo echaron a él y yo me tuve que ir yo atrás”. En 4to año (en un colegio religioso) lo intimaron a irse y el quinto año lo termina en otra escuela “Ricardo Gutiérrez” No repitió años ni se llevó materias.
“Tenía muchas amonestaciones… por problemas de conducta, por injusticia de los profesores…que se vengan con los alumnos por sus problemas personales, entonces los alumnos por esa indignación… uno contesta y después cobra las represalias… Había un profesor que dijo se va el chico o me voy yo”, “yo estudiaba porque quería mis tres meses de vacaciones” Comenzó el jardín de infantes a los 2 años.

Cumplió el servicio militar, comenzando a los 18 años recién cumplidos en la Prefectura Naval Argentina. Hace un relato de un arresto “injusto” que cumplió por 10 días, lo habían acusado de estar en otro barco “al que nunca subí porque no se podía pisar tierra extranjera”

Respecto de la vida familiar relata que sus padres tenían fuertes peleas y que a él lo afectaban mucho “yo trataba de calmarlos y de mediar entre ellos” “por tapar los gritos de mis padres, las peleas entre mis padres, me ganaba la enemistad de los chicos que jugaban en casa” (llora).
De su madre dice que siempre estuvo mal psicológicamente, por su gordura… que vivía con crisis de nervios, que “una vez se llevó por delante una pata de vidrio de una mesa y se lastimó… después le encontraron algo en la sangre” “ella era muy delgada pesaba 40 Kg. Y medía 1,65 m engordó mucho con el segundo parto…” (o sea el suyo propio, cuestión que le hacía sentir culpable).

“…La última vez había dejado inconcluso el tema de mi mamá… recordar cosas en el olvido… recordatorio, empecé a escribir, tuve que esforzarme mucho de… la histeria de mi mamá que era el sobrepeso… la discriminación social” (por su gordura perdió el núcleo de pertenencia por su obsesión estética), “la estafaron en las dietas muchas veces, la encontré sonámbula muchas veces… se llevaba las patas por delante… infección… melanoma…cáncer que se le pasó a la sangre…” “Tenía actitudes incomprensibles con nosotros, nos cortó con un cuchillo las cubiertas de las bicicletas a mi hermano y a mi, por una chiquilinada, no nos dejaba salir” (a los 8 o 10 años)

“Mi papá nos incentivaba trabajando… no nos pudo hacer de psicólogo trabajando todo el día… cuando me apuntó con el dedo para decirme a quién quería más de los dos y señalaba por atrás a mamá… papá nos gritaba mucho, no soporto que me den una orden porque me transformo, como me revelo ante cualquier orden por todo lo que no pude de chico” “mi papá nos hizo trabajar toda mi vida desde los 5 años me ganaba mi sueldo haciendo tareas para mi papá”… “cosas más remotas que recuerdo mi papá me preguntó delante de mi mamá a quién quería más de los dos, yo creí que mi papá me hacía señas que dijera que era él y cuando lo dije mi mamá se puso a llorar”, “la infancia de mi papá era de austeridad, me enseñó mucho el valor del dinero… no compraba jabón en polvo por ejemplo… era cuidarse por el tema de la necesidad, él no podía disfrutar, no podía disfrutar… siempre buscar ofertas como hacer diez kilómetros para buscar una coca-cola 10 centavos más barata con el riesgo que eso implica, me cuesta entenderlo”.
“Vive solo, cargo de conciencia porque él quiso casarse de nuevo, después de un año, el nos crió, mi hermano. Tenía 16 y yo 12… lo echaron a mi hermano del colegio… cuando llegó el momento de disfrutar la vida falleció mi mamá… él espero un tiempo prudente hasta su necesidad de afecto, nosotros no lo supimos entender y perdió la oportunidad con una buen señora…” “la marina lo marcó es muy autoritario, es una persona brillante y el régimen militar lo estropeó… a los 15 años fabricaba radios”
“yo me desviví para tratar de prosperar para no pasar por lo que paso él, no se si tengo una meta de hacerme millonario por venganza de todo lo que no tuve”.

Su padre se desempeñó como mecánico de aviones en la marina hasta los 42 años, luego se hace comerciante expendedor de una estación de servicio propia.

“Tuve muchos accidentes… en diciembre del 86 son los daños más visibles que tengo en el cuerpo, mi cuerpo se arrastró contra el pavimento, me salvó mi hermano la vida… seis meses antes tuve otro choque muy fuerte, se partió el auto en dos, me salvé de milagro…”
Del accidente del 86: “estaba deformado me hice 16 cirugías estéticas de “reconstrucción” de rostro, además de injertos en el brazo izquierdo y torso. “El tabique lo tenía en el ojo” (fracturas propias de los huesos de la nariz, quemadura entera de la cara y escoriaciones múltiples. Contusión hemorrágica lóbulo frontal derecho, fractura orbitaria del lado izquierdo, etc. Sin signos neurológicos de foco- lúcido-globalmente orientado. Accidente 5/12/86 Historia Clínica del Hospital Naval. Horacio tenía 27 años.)

“Nunca pude cortar el cordón umbilical, aunque tenga un negocio nuevo, tener un dinero por mi mismo, que me vengo proponiendo hace 15 años (después del accidente) esa gran unión que se hizo entre nosotros (hermanos) es equilibrado…”; “mi hermano es soltero… yo siempre estuve de novio…no tengo amigos, pocos conocidos… con las chicas me costó mucho también relacionarme, sexo con timidez me formó de una manera tímida… me costó mucho vencer el temor de relacionarme con el sexo opuesto, debería haberlo hecho a los 20 años y no a los 30 y pico cuando vienen los parientes y lo ridiculizan…lo cargan a uno”

“Salí del hospital y sentí que les había arruinado la vida… trabajaba 24 hs. al día en la estación de servicio… siempre con mi hermano… siempre compartimos todo… con el reparto de diarios, de leche… en el 88/89 le compran la parte de la estación a su socio progenitor .Horacio tenía 30 años, cuando junto a su hermano “tiramos dinamita y voló todo”, la estación que había sido de su padre “… quedó un terreno baldío…dije ¿Qué estoy haciendo… tirando el trabajo de mi papá de toda su vida…-guardé un ladrillo sano en mi bolsillo como muestra..” (larga una risotada), “mi hermano quería hacer una estación modelo, yo quería locales y oficinas, hicimos una cosa, la tiramos abajo, hicimos otra… yo quise hacer una piscina en el subsuelo, él me decía que yo estaba loco”.

Vendieron la estación en el año 97. “Cuando vendimos la estación surgió la bronca (con la expendedora petrolera internacional) porque “vi como se aprovecharon de mi padre…” gente trabajadora, yo empecé a investigar “la violación” de contratos a los trabajadores… violaciones que les iban a costar…. Yo armé un sindicato en forma paralela, un para-sindicato fue un arreglo varias veces millonario. Presenté un juicio comercial en los Estados Unidos… aprovechando toda la experiencia de toda mi vida, y sabiendo las acciones fraudulentas de las petroleras… para reactivar el sindicato…”

“… este famoso tema que me involucraron… el asesinato del chico… la municipalidad, yo estaba investigando, porque no quería coimearlos… Kansas… la competencia me pedían para su comisión… no nos habilitaban el negocio… nos obligaron a invertir un millón en cocheras… único caso en San Isidro… Yo estaba armando una denuncia para mandarlos presos a todos porque tenía elementos de coimas y extorsión.”

“Nos abrimos para tener un negocio tranquilo… (sobre la estación de servicio vendida en el 97), 1200 autos de familias de San Isidro… la gente nos aplaudía por el servicio y por “haberlo reconstruido”… “el restaurante lo mismo… nos elogiaban de toda la argentina… el tema en conclusión fue esa “indignación” que sentí viendo que pedían coima y “lo de mi padre”… ”

Respecto al diagnóstico de psicopatía que infiero del hermano Hugo, basta con el análisis de los dichos de éste, sus comportamientos públicos, por ejemplo los llevados a cabo durante el juicio oral, donde hubo “aprietes” a varios testigos, amenaza de bomba en el tribunal, empujones y amenazas directas a un letrado, y también hasta el no pago de honorarios a varios de los expertos y letrados que trabajamos en la causa, como defensores!!!

La eterna duda quedó sembrada acerca de quién mató a Schenone, tal como lo dijeran los testigos, “vimos la camioneta del dueño de Dallas, y adentro su silueta, no se veía bien”; cuál de los dos, o tal vez los dos, uno conducía y el otro disparaba, quién el íncubo o el súcubo, uno de ellos o ambos, todo queda entre dudas y tinieblas.

Íncubo o Súcubo, pareja de psicópata/paranoico, ambos acceden al pasaje al acto criminal

A continuación, y para finalizar, expondré un cuadro que diferencia el accionar criminal del psicópata y del paranoico, por lo que ambos pueden cometer actos violentos, homicidios, según sus características singulares. Súmase a esto la gravedad de un accionar como pareja delincuente, a través de, sea una u otra la modalidad del pasaje al acto.


PSICOPATA
En la relación con el otro, muestra una afectividad superficial, cosificando al otro, lo manipula y utiliza valiéndose de argumentos mendaces para así sacar provecho de alguna situación – sea ésta económica , sexual, laboral, etc.- Si no lo logra, hará todo lo posible para lograr su cometido no dudando en transgredir reglas ni leyes hasta la completa satisfacción de sus necesidades voraces. Actúa, finge, planifica, SIMULA desde un trasfondo de mala fe consciente. Sus reacciones comportamentales delictivas –o pasaje al acto psicopático- llevan el sello de la frialdad afectiva, por lo que son conocidos por un accionar despoblado de todo componente pasional. No presentan psicopatologías psiquiátricas delirantes ni alucinatorias, pero sí un escenario intrapsíquico poblado por fantasías repetitivas de contenidos trangresores que les genera tensión interna por lo que son descargadas a través de la conducta.
Conocen los códigos y leyes del orden social pero los transgreden, pretendiendo que los otros se adecuen a sus propios códigos.

PARANOICO
En la relación con el otro, muestra una afectividad intensa y negativa basada en la desconfianza, la distancia megalomaníaca, la sospecha de todo lo que pasa a su alrededor. Es arrogante presentando frecuentes reacciones de prestancia.
Simplemente da órdenes a sus “súbditos”, por lo que no despliega ningún tipo de afectividad superficial, es autoritario, controlador rígido. No debe conseguir nada mintiendo, sino que impone sus órdenes para conseguirlo, por lo que NO SIMULA.
Actúa siguiendo una lógica propia que en realidad es una para-lógica, ya que se trata de razonamientos paralelos que parten de una certeza que le viene por medio de una intuición delirante, que dichos razonamientos se sistematizan y rigidizan, ocupando toda su actividad mental. Los contenidos de estos delirios razonantes son de corte megalomaníaco, erotomaníaco, celotípico, de persecución y complot, y místico, y se van tejiendo en red, ocupando así toda la actividad psíquica del sujeto. En caso de pasaje al acto, su accionar delictivo estará en relación directa con sus contenidos delirantes.

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