domingo, 5 de julio de 2009
PERITO DE PARTE AMPLIACIÓN PERICIAL PSICOLÓGICA
Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción nº 45
Dra. María D. Fontbona de Pombo
Secretaría Nº 1***
Dra. Linda Lilián García
AUTOS: “RÍOS MARTÍN S/HOMICIDIO SIMPLE Y LESIONES”, Causa 88.*** (39.****/06)
Patricia I. Martínez Llenas, Licenciada en Psicología, M.N. xxxx CUIT xxxxxxxxxx, con domicilio constituido que figura en autos, Perito de Parte de la Defensa, vengo en cumplimiento del cargo aceptado a informar los resultados de la tarea por V.S. encomendada, que a continuación se describe.
I) ENTREVISTA PSICOLÓGICA DEL IMPUTADO MARTÍN RÍOS, REALIZADA EL 07/10/08
El imputado es traído por el Servicio Penitenciario Federal, siendo las 16,05 horas se procede a comenzar la evaluación pericial, estando presentes las peritos oficiales del Cuerpo Médico Forense, Lic. M. E. C. y Lic. M. H; el perito de parte por la querella, Lic. H. P. L, y quién suscribe.
1) Entrevista psicológica dirigida:
A primera vista se observa en el imputado la presencia inobjetable de movimientos de balanceo continuo (conocido bajo la denominación de rocking) y temblor de ambas piernas. Se recuerda que el rocking es una estereotipia, o trastorno del movimiento que se da en la esquizofrenia, en el retraso mental y en la discinesia tardía por efecto de los neurolépticos.
Se le piden los datos personales y otros, los que va respondiendo en la medida que se le solicitan, siguiendo con esta modalidad absolutamente directiva durante toda la entrevista pericial, por lo que el estilo de entrevista es de tipo dirigida.
Responde a lo solicitado, nombre, fecha de nacimiento, escolaridad, de forma directa según pregunta; cabe destacar que preguntado por el nivel de estudio alcanzado, refirió abandono de la escolaridad en 5° año del secundario porque no podía estudiar por dificultad en mantener la atención. Asimismo refirió que nunca trabajó, que es soltero, no tuvo hijos. Responde frente a preguntas muy elementales como ser el nombre de su madre, de su hermana y la edad de ésta. Asimismo se le pregunta si conoce el motivo de su detención a lo que respondió “me acusan de un homicidio”. Se le pide que explique más sobre dicha detención, a lo que no responde, tarda, en ningún momento mira a los ojos de las entrevistadoras. Se le pregunta si recuerda hace cuánto tiempo está detenido, responde cerca de tres años. Se lo indaga dónde se encontraba al momento de la detención, refiere que se encontraba en Munro junto a su madre en el trabajo. Se le pregunta dónde se encuentra detenido y puede decir que ahora está en la Unidad 20, y refirió que antes estuvo en Marcos Paz.
Preguntado acerca de internaciones previas, refiere que estuvo internado en una clínica cuyo nombre no recuerda, por problemas de drogas, refiere que a los 15 – 16 años alegando que fue por consumo de marihuana y cocaína desde los 13 años. Se le pregunta por el motivo que fue internado, a lo que responde que le encontraron droga en la casa, que fue la madre quién la encontró.
Todo el relato presenta un contenido afectivo estrictamente aplanado, no denota ninguna emoción. Cuando se le pregunta por la relación con el padre refiere que no se llevaba bien, y por la relación con la madre, refiere que era buena. Se le piden precisiones respecto a cómo era el vínculo con el padre, y refiere que discutían mucho por temas de la escuela, porque no estudiaba, y su padre quería que estudiara.
Se le pide que diga las veces que estuvo internado, pudiendo responder que estuvo varias veces internado, en Cimel por adicción a las drogas; en el Hospital Italiano a los 18 años también por drogadependencia; en el Hospital Pirovano. Se le pregunta si se le daba medicación, a lo que reconoce haber tomado Rivotril. Se le pregunta hasta que edad consumió sustancias, y reconoció que hasta los 20 y pico. Se le pregunta como conseguía dinero, refiere que se lo daba su madre.
Se le pregunta cómo es la hermana, refiere que se llevaba bien pero a veces peleaban. Se le pregunta si conoce en que trabaja la hermana, dice que trabaja en una oficina. Por actividades físicas, contó que de chico hizo deportes pero luego dejó porque su padre no quería y sobre todo por la droga.
Se le pregunta si tiene o ha tenido amigos, dijo que muy pocos, los compañeros de la secundaria. Se le pregunta a qué colegio asistió y responde que a la Sagrada Familia durante la primaria; se le pregunta por la secundaria y admite haber ido a varios colegios.
Refiere que últimamente ya no tenía amigos y lo único que hacía era salir a andar en bicicleta.
Se le pregunta por sus mascotas, refiere que estos eran su perra, lagartos y peces. A la pregunta de adónde estaban los lagartos, responde que estaban en una reptilera de vidrio.
Se le pregunta si se encuentra bajo tratamiento en la U20, no se aclara el tipo de tratamiento, admite que toma pastillas, pero se tiene información que sigue tratamiento psicofarmacológico con Olanzapina (Midax), refiere que antes hacía gimnasia pero actualmente se anotó en un taller de huerta.
Es dable destacar que va respondiendo a las preguntas sin osar mirar a los ojos de las entrevistadoras, por lo que no puede armar un vínculo empático mínimo con ninguna de las personas presentes en la entrevista, simplemente no entra en contacto afectivo, se encuentra retraído, responde de forma mínima a las preguntas.
Tampoco presenta ningún indicio de conducta simuladora ni manipuladora, cuestión en la que se coincidió entre los peritos evaluadores. En un momento se le pregunta si tiene algún problema en la oreja izquierda puesto que se la toca o golpea en varias oportunidades, a lo que refiere que no tiene nada. Este síntoma es una conducta que está presente en los esquizofrénicos que padecen de alucinaciones auditivas, quiénes molestos por las voces que lo acosan desde adentro de su cabeza reaccionan de esta manera visiblemente.
Se concluye con la entrevista dirigida y se pasa directamente a la administración de las técnicas de evaluación psicológica.
2) Datos de interés a tener en cuenta
Antes de continuar con la explicación de las técnicas, es prudente señalar un dato dado por el propio imputado cuando se le preguntó si había sido evaluado previamente, a lo que refirió que lo evaluaron en el Hospital Melchor Romero, dato de interés pues es de público conocimiento, ya que fue publicado por los medios masivos de difusión que el imputado fue declarado inimputable y sobreseído en una causa por portación de armas en la justicia de la provincia de Buenos Aires.
Asimismo es prudente destacar también que el imputado pasó previamente, durante el proceso de la presente causa, por evaluaciones psicológicas muy similares a la actual, - y, razonablemente se supone también que fue evaluado de la misma forma en el Hosp. Melchor Romero-, administrándosele las mismas técnicas que en el Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia (año 2006), lo cual permite desarrollar un aprendizaje o auto-entrenamiento de las distintas pruebas psicológicas, siendo esto aplicable especialmente al psicodiagnóstico de Rorschach, donde el recuerdo de lo percibido, es decir, la memoria de las figuras de cada una de la diez láminas de dicho test permiten que en una segunda administración pueda obtener mejores resultados, pues la elaboración psíquica ante la prueba mejora notablemente.
Como perito actuante desde el comienzo de esta causa, observo que en la pericia psicológica practicada a Ríos en 2006, por lo tanto muy cercano al momento del hecho que se investiga, tanto las técnicas gráficas como el Rorschach arrojaron indicadores compatibles con trastorno psicótico de esquizofrenia.
Transcurrieron dos años de internación en el Instituto especializado para personalidades como las de Ríos, durante los cuales se le aplicó medicación apropiada al trastorno de base que presentaba y que fue expresado en las pericias, además, recibió el tratamiento psicológico adecuado a dicha personalidad. Estas circunstancias se conjugan para que haya operado una estabilización en su sintomatología psicótica, que fue dictaminada en la pericia anterior y, seguramente, en la causa que tramitó en los Tribunales de San Isidro, es decir, que –necesariamente- se lo ve estable, pero su cuadro psicopatológico de base sigue siendo el mismo.
3) Administración de técnicas psicológicas:
Las técnicas administradas constaron de una batería de test habitual en toda exploración psicológica que pretenda dar información sobre estructura de personalidad y psicodinamia –que significa la modalidad defensiva preponderante, el manejo de lo pulsional, el grado de fortaleza yoica frente a la aparición de angustia y frente al manejo de la ansiedad, y por ende el tipo de tolerancia a la frustración-
Se le tomaron los test proyectivos gráficos más habituales: El dibujo de la figura humana (DFH); el de la Familia Kinética; el test de la Casa, Árbol, Persona (H.T.P) realizado en una sola hoja, todos estos test fueron administrados sin solicitarle que asocie relato alguno. Asimismo se le administró una técnica gráfica mixta, el Test Guestáltico Viso Motor de Bender que abarca tanto el aspecto proyectivo como el neuro-psicológico. Y para finalizar se le administró el Psicodiagnóstico de Rorschach, que es una técnica muy competente para evaluar estructura y psicodinamia de personalidad de forma profunda.
Psicodiagnóstico de Rorschach de Martín Ríos
A continuación el criterio elegido para dar mayor fundamento a mi opinión profesional, es el de transcribir las preguntas y respuestas dadas a cada una de las 10 láminas, para que pueda apreciarse el aplanamiento ideo-afectivo que manifestara el imputado a través de las verbalizaciones sucesivas; como así también la mediocre cooperación vincular desplegada, ya que si la entrevistadora no hubiera ejercido presión para obtener las respuestas solicitadas, el evaluado espontáneamente hubiera dado menos información aún de la que pudo dar. Obsérvese también el bajo nivel de creatividad y de organización formal que da de las figuras percibidas, la persistencia en proyectar intenciones malignas, agresivas y peligrosas en diversas respuestas, el mínimo número de respuestas dadas por cada lámina, todo lo cual se conjuga en una personalidad empobrecida, de escaso nivel de expresividad de conflicto intrapsíquico, de respuestas crudas, donde el impulso agresivo/destructivo está a la vista y no es amortiguado por mecanismos de defensa de un nivel evolutivo que permita ejercer una defensa en contra de estos impulsos. Se encuentran componentes de personalidad muy regresiva que actualmente estaría compensada pues el imputado se encuentra internado, medicado, y no tiene aparentemente manifestaciones de productividad psicótica florida –delirio y alucinación, tal vez se encuentre en un período interbrote- sino que predominan los síntomas negativos de la esquizofrenia – negativismo, hipobulia, retraimiento, achatamiento de la afectividad y la voluntad, lo cual configura el Síndrome Defectual presente.
Transcripción de la administración del Rorschach:
Lam.I:
Imputado: - Una cara con un sombrero, con ojos y boca, y en el medio una nariz. Nada más
Entrevistadora: ¿Dónde? (señala toda la mancha)
Interrogatorio.:
Ent.: ¿Qué tipo de cara?
Imp.: – Como un monstruo, algo raro (¿?) por la forma de la cara. Los ojos, la boca.
Ent.: ¿Idea de sombrero?
Imp.: – Porque tiene sombrero.
(se le pide que dé aclaraciones sobre lo del monstruo)
Imp.: - Monstruo humano, porque tiene algo humano
Ent.: ¿Vio expresión en esa cara?
Imp.: –Que es mala o algo así.
Ent.: ¿Por qué mala?
Imp.: - Por la forma de la cara, es como que se ríe. (¿?) –Por la boca
Lam.II:
Imp.: - Dos conejos veo, y una mariposa abajo
Ent.: Fíjese, a ver.
Imp.: – Arriba manchas.
Interrogatorio:
Ent.: ¿Dónde?
(señala las dos manchas de detalle grande)
Ent.: ¿Idea de conejo?
Imp.: - Cabeza, orejas, y acá las patas
Ent.: ¿Cómo?
Imp.: – Como que están peleando. (¿?) –Porque tienen las patas juntadas.
Ent.: ¿Dónde ve la mariposa?
(señala la mancha roja inferior)
Ent.: ¿Por qué mariposa?
Imp.: – Por las aletas.
Ent.: ¿Cómo la ve?
Imp.: – No entiendo…la veo ahí.
Ent.: ¿Qué manchas ve?
(señala las manchas rojas superiores)
Ent.: ¿Qué podría ver?
Imp.: –Nada
Lam.III:
Imp.:- Veo como dos personas que sostienen como algo en la mano, nada más
Ent.:Fíjese algo más.
Imp.: –Esto (señala las manchas rojas laterales y la central), no veo nada.
Interrogatorio:
Ent.: ¿Dónde ve las personas?
(señala el detalle donde habitualmente se ven dos personas)
Ent.: Idea de persona:
Imp.: - La cabeza… el…cómo se llama…el pecho, la espalda y las piernas.
Ent.: ¿De que sexo?
Imp.: – Femenino. (¿?) –Porque son muy flacas.
Ent.: ¿Qué sostienen?
Imp.: – No sé…no tiene forma (¿?) No entiendo, no veo.
Ent.: ¿En qué actitud están? ¿Las dos sostienen lo mismo? ¿O cada una sostiene una cosa distinta?
Imp.: - Cada una sostiene una cosa distinta.
Lam.IV:
Imp.: Parece un bicho, con patas y cola, manos, nada más.
Interrogatorio:
Ent.: ¿Qué clase de bicho es?
Imp.: – Un castor parece, por la cola, las patas, manos.
Ent.: ¿Está de frente o de espalda?
Imp.: – De espalda porque no se le ve la cara
Ent.: ¿Dónde?
(señala toda la mancha)
Ent.: ¿Cómo lo ve?
Imp.:– Malo porque tiene muy gruesas las patas.
Ent.: ¿Si lo tocaría, cómo le resultaría?
Imp.: – Feo, porque es malo.
Lam.V:
Imp.: - Una mariposa, nada más.
Interrogatorio:
Ent.: ¿Dónde la ve?
(señala toda la lámina)
Imp.: - Acá tiene el ala, acá también, las patas, cabeza y antenas.
Ent.: ¿Cómo la ve?
Imp.: – De espalda…está quieta
Ent.: ¿Qué más podría ser?
Imp.: – Un bicho raro (señala la misma localización), parece una mariposa pero es un bicho raro porque tiene muy alargadas las aletas.
Lam.VI:
Imp.:- Esto es como una piel de animal, abierta así, extendida, nada más. (¿?) Y tiene como patas acá y manos.
Interrogatorio:
Ent.: ¿Dónde?
(señala toda la mancha)
Ent.: ¿Qué animal podría ser?
Imp.: – No se, es como un monstruo no parece un animal.
Ent.: ¿Cómo le parecería esa piel si la toca?
Imp.:- Feo, no me gusta.
Ent.: ¿Por qué monstruo?
Imp.: – Por las manos, las patas, la cabeza, tiene pelos, me parecen feos y desagradables.
Ent.: ¿Qué más puede decir del monstruo?
Imp.: - Es malo.
Ent.: ¿Por qué es malo?
Imp.: - Porque ataca, porque tiene acá la boca
Lam.VII:
Imp.: -Veo manchas acá.
(se le pide que vea algo en esas manchas)
Imp.: – No, no veo nada.
Ent.: Fíjese, yo lo espero.
Imp.: – Parece como una muñeca, y del otro lado hay otra (se refiere primero a la mancha que ocupa la mitad izquierda de la lámina, luego a la de la derecha)
Interrogatorio:
Imp.: – La cara, el pelo, la mano y el cuerpo.
Ent.: ¿Idea de muñeca?
Imp.: - No se, la veo así.
Ent.: ¿Qué más?
Imp.: – Nada más.
Ent.: ¿Cómo las ve?
Imp.: – Acá (señala el lugar)
Ent.: ¿Cómo?
Imp.: - Están quietas.
Lam.VIII:
Imp.: - Acá hay dos animales a los costados… y después hay cosas de colores, ya está.
Interrogatorio: (señala los detalles laterales)
Imp.: - Bicho raro, cabeza, patas traseras y delanteras.
Ent.: ¿A qué especie pertenece?
Imp.: – No se, nunca vi un animal así, es raro por la forma del cuerpo
Ent.: ¿Cómo los ve?
Imp.: – Como agarrados de algo
Ent.: ¿Para qué se agarran y en qué actitud se están agarrando?
Imp.: –No se.
Ent.: ¿Ve más colores, que serían esos colores?
Imp.: – Nada.
Lam.IX:
Imp.: - Acá hay como duendes arriba, y abajo hay manchas, no hay nada. (señala el detalle superior de la mancha en color anaranjado).
Ent.: Fíjese que podría ser.
Imp.: – Nada, no veo nada
Interrogatorio:
Ent.: Idea de duendes.
Imp.:– Sombrero, la cara, tiene como una cosa de pinchos (¿?) son parte de las manos, como unas garras.
Ent.: ¿Cómo ve a los duendes?
Imp.: – Malos porque tienen eso en la mano
Ent.: ¿Cómo están ahí, cómo los ve?
Imp.: – Como sentados
Ent.: ¿Son duendes por la forma o por algo más?
Imp.: – Por la forma
Lam.X:
Imp.: - Acá hay dos bichos y dos cangrejos, nada más.
Ent.: Fíjese el resto de la lámina.
Ent.: – ¿Son manchas nada más? ¿Qué podrían ser?
Imp.: – Nada
Interrogatorio: (señala los bichos en el detalle gris superior)
Imp.: – Son raros
Ent.: ¿Por qué son raros?
Imp.: – Y por el cuerpo…tienen como antenas, ojos, boca y patas.
Ent.: ¿Cómo los ve, cómo están estos bichos?
Imp.: – Están como enfrentados…uno mira al otro.
Ent.: ¿Sólo se miran?
Imp.: –Sí
Ent.: ¿Idea de cangrejos? (señala el detalle de la mancha azul y el verde)
Imp.: – Por las pinzas
Ent.: ¿Cómo están?
Imp.:– Quietos
(se le pregunta por el resto de las manchas, pero responde que son manchas)
Análisis del Rorschach y las demás técnicas:
Es un protocolo pobre por la poca cantidad de respuestas, sólo 13; donde prevalecen los determinantes formales, por lo tanto defensivo en exceso, en gran medida de mediocre nivel formal, ligado a contenidos entre banales y de otros que están a medio camino entre características del orden de lo humano y lo monstruoso o “raro”, ya que hay varias percepciones que denomina como “bicho raro”. El hecho de reiterar que percibe identidades que no puede definir de otra manera que como “bicho raro” o “raro”, responde a los indicadores de mecanismos de defensa de nivel muy regresivo, como son la “identificación proyectiva” y la “proyección”, que operan en las estructuras psicóticas de la personalidad.
El nivel de las respuestas tanto sean Globales como de gran Detalle no dan muestra de una capacidad de síntesis ni análisis rico ni creativo, es un dejarse ir sin mayor esfuerzo de elaboración psíquica hacia respuestas vagas que no denotan ni connotan un trabajo intelectual rico. Cuando aparecen uno o dos determinantes de textura, aparece claramente una afectividad de rechazo, de agresión, de peligro. Asimismo abunda la explicitación de ansiedades persecutorias ligadas a una afectividad excesivamente desconfiada que se relaciona a pulsiones agresivas, destructivo/mortíferas.
En general la actitud hacia la prueba fue de reticencia, poco colaborador ya que la entrevistadora asumió una actitud de activa participación, solicitando una y otra vez al imputado que se esforzara para dar respuestas ahí donde no las daba.
El tipo de vínculo que el imputado implementa con el entrevistador es distante, retraído, por momentos negativista, desconfiado, reticente.
La chatura o aplanamiento ideoafectivo y de la voluntad se encuentra plasmado en la pobreza general que presenta este protocolo –Síndrome defectual-, lo cual se correlaciona con la presentación del Sí Mismo del imputado tanto durante la entrevista dirigida, como del resto de las otras técnicas psicológicas administradas –tests gráficos proyectivos y test guestáltico viso motor de Bender-
La entrevista clínica permite observar la predominancia de síntomas negativos –aplanamiento afectivo, intelectivo y de la voluntad, reticencia, frialdad, desconfianza, negativismo-, que se presentan en una personalidad de estructura psicótica, del subtipo de la esquizofrenia simple, que se encuentra estabilizada, por el efecto del tiempo transcurrido en un proceso psicótico de larga data de evolución, por los efectos del tratamiento con psicofármaco antipsicótico como lo es la OLANZAPINA que se le viene administrando de forma continuada e ininterrumpida, y la de un eventual período interbrote, es decir la no concurrencia de cuadro agudo o brote psicótico, que lo muestra clínicamente como más apagado.
Como bien explica el renombrado psiquiatra argentino Hugo Marietán en su artículo “Doxografía sobre esquizofrenia”, publicado en la revista ALCMEON Año XII, Vol. 10, N°1, julio de 2001, donde dice: “La acción del antipsicótico. Cuando damos antipsicóticos, sobre todo los de última generación, olanzapina, clozapina, risperidona, etcétera, observamos algo muy particular en el esquizofrénico: paulatinamente estas hipótesis anómalas disminuyen, su discurso se asemeja más a un discurso estándar y la conducta, en consecuencia, se aproxima más hacia una conducta común. Nos asombramos de que el esquizofrénico – totalmente encerrado, inútil, diciendo disparates –de pronto diga: “bueno, quiero estudiar tal cosa, o quiero trabajar”- y ese ‘quiero’ no es un mero deseo o una expresión de deseo, sino que lo hace”. (Sic)
Pero lo más llamativo que ha arrojado la presente evaluación psicológica es la persistencia de las pulsiones altamente agresivas, por lo que la peligrosidad para sí y para terceros sigue vigente, aquí el antipsicótico no ha podido hacer que desaparezcan estas tendencias peligrosas.
Las técnicas gráficas también muestran un mejoramiento –mínimo- en el estado psicológico del imputado en comparación a los resultados de las técnicas administradas durante la primera Junta Pericial Interdisciplinaria, llevadas a cabo en el año 2006 en el Cuerpo Médico Forense, donde el imputado fue evaluado psicológicamente por la perito oficial N M y quién suscribe, ya que las mismas técnicas arrojaron un estado psicótico descompensado, el H.T.P. por ejemplo mostraba gráficos de derrumbe de la personalidad en la psicosis, en cambio lo que se observa hoy en día son indicadores de empobrecimiento y de aplanamiento ideo-afectivo de dicha personalidad al lado de un grado de equilibrio mejor sostenido, es decir de un estado de estabilización, pero no otra cosa, por lo que el diagnóstico de base sigue siendo el de una psicosis esquizofrénica simple tratada psicofarmacológicamente, y con contención psicológica, lo que da esta apariencia de mejoría –en realidad de estabilización-, pero no de cura.
Aceptar un nuevo y distinto diagnóstico que contradiga al referido, y/o pretender que Ríos no sea psicótico, nos pondría en una disyuntiva: la distinguida colega del Cuerpo Médico Forense de la Corte que actuó anteriormente se equivocó garrafalmente en su diagnóstico, igual que quién suscribe, como se equivocaron también las dos Juntas de Psiquiatras del mismo Cuerpo, además de los especialistas en Psicología y Psiquiatría Forense del Hospital Melchor Romero que actuaron para la Justicia de San Isidro, o, estamos ante la asombrosa presencia de la única persona en la historia de la psiquiatría que pudo curarse de una personalidad de base que –hasta el presente- no tenía cura.
II) ENTREVISTA PSICOLÓGICA DEL GRUPO FAMILIAR DEL IMPUTADO
La entrevista al grupo familiar fue llevada a cabo en tres reuniones, de las cuales dos fueron realizadas con los padres los días 06 y 10 de Octubre y una con la hermana el día 14 de Octubre del corriente.
1) Entrevista a los padres:
De la familia de la madre
Se comienza por la madre, a quién se le indica que deberá referirse a la historia de su familia de origen. Se le piden los datos personales y de filiación, se recaba que nació el 11/10/1942, por lo que tiene 66 años de edad, nacida en la ciudad de Buenos Aires, con estudios superiores de Bellas Artes. Actualmente no trabaja, aunque refiere haber trabajado previamente en comercio hasta los 10-11 años de su hijo Martín. Refiere haberse casado con el padre de sus hijos, el Sr. Ríos, antes del nacimiento de su hija en el año 1975, y haber tenido dos hijos, la hija mayor tiene 31 años, y el hijo menor se llama Martín de 29 años. Previamente a este casamiento, refiere que estuvo casada entre los años 1964 al 1965, no tuvo hijos y el motivo de la separación fue por reiteradas ausencias e infidelidad del cónyuge.
La familia de origen está constituida por el padre, O L D, fallecido hace 18 años, o sea en 1990, a raíz de una descompensación diabética. Su padre estaba jubilado como empleado de comercio, ya que trabajaba en el negocio del yerno –esposo de la hermana de la Sra. D-.
Su madre, M R murió 9 años antes que su padre, o sea en el año 1981, falleció a raíz de cáncer. Fue ama de casa.
Refiere que una vez viudo su padre formó una nueva pareja con una ex novia con quién convivió aproximadamente cinco años. El hecho de esta nueva pareja le produjo a la dicente un gran enojo hacia su padre y se alejó afectivamente refugiándose en el afecto de sus tías. Tiene una hermana, actualmente viuda.
De sus abuelos paternos se refiere a D, que era hijo de su bisabuelo que era teniente coronel, refiere que su abuelo era una persona tranquila y cariñosa, había estudiado medicina y varias cosas más, pero no recuerda en que trabajaba. Refiere que este abuelo falleció a los 92 años, teniendo ella 26 años. De su abuela paterna dice no haberla conocido pues falleció a los 40 años, era diabética y murió a raíz de una inyección.
De sus abuelos maternos dice que fallecieron antes que su madre se casara. Se le pregunta cómo había sido su relación con su padre, refiere nuevamente que a pesar del enojo con el padre al enterarse de su nueva pareja, pudo comprenderlo y poco a poco aceptó a su segunda mujer, de nombre L, a quién pudo querer y cuidar cuando estuvo internada ya viuda –por fallecimiento de su padre- en un geriátrico.
De la familia del padre
Se continúa con el padre quién dice llamarse J R R, nacido el 02/07/1944 en el pueblo de Balnearia, Provincia de Córdoba. Refiere que se instaló en Buenos Aires al comenzar sus estudios de nivel secundario. Estudió hasta 4° año. Luego ingresó en la Armada Nacional a los 18 años que entró como cadete y al cabo de tres años se recibió de aviador. Agrega que en la Armada se dio de baja en el año 1968, luego de haber permanecido entre cinco o seis años, para ingresar como instructor de vuelo en Don Torcuato, en dichos momentos su situación económica era precaria, y luego de un año empieza a trabajar en Aerolíneas en donde finalmente cumple toda su carrera laboral hasta que se jubila en el año 2004 teniendo 60 años como piloto de vuelos internacionales. En otro momento dice que “lo único que quería era volar”.
Preguntado por la fecha de su casamiento, no pudo precisarla, dudando si fue un 11 o 12 de noviembre sin dar el año concretamente.
De su padre refiere que se llamaba R H R, empleado de comercio, que falleció en el año 1955 a raíz de un infarto cardíaco, calcula que al morir su padre tenía 51 años. De su madre comenta que se llamaba S F, profesora de piano, tuvo un negocio de peluquería luego de enviudar, y luego fue empleada de la ex Casa Cuna. Dice que al fallecer la madre tenía 63 años, y su muerte ocurrió hace 15 o 20 años. Agrega que tiene una hermana de 62 años que está viva.
De sus abuelos paternos dice no haberlos conocido, pero sí conoció muy bien a sus abuelos maternos. De estos últimos cuenta que su abuelo R F, era terrateniente, que tenía negocios agrícolas, y que a partir de los 30 años de edad vivió de rentas. Falleció a los ochenta años aproximadamente sin saber a ciencia cierta de qué murió. De la abuela materna R O cuenta que murió a los 70 años de edad, que había sido una persona muy saludable y falleció de repente. De sus bisabuelos refiere no conocer nada.
Agrega que su mujer, M, sólo conoció a su madre. También refiere que la familia de su madre era numerosa pues estaba compuesta de siete u ocho hermanos.
De la historia de la pareja
Refiere la Sra. M que conoció a su marido siendo éste instructor de vuelo en Don Torcuato, que se lo presentó un amigo de ella, en circunstancias de grave enfermedad de la madre, por lo que Mónica no salía de su casa. Refiere que ni bien lo conoció empezaron a salir juntos, que le gustó mucho como persona, y así estuvieron de novios durante 7 años. Refiere que al cabo de tres años y medio de noviazgo ella le expresa sus deseos de formar una familia, cosa que no prosperó pues Ríos vivía con su madre, pero no puede recordar el motivo por el que no se casaron, refiere luego que se separaron durante un tiempo, luego se arreglaron, y continuaron el noviazgo.
Por ese entonces M vivía con su padre, y fue luego de esos siete años que empezaron a convivir, refiere que se casó con Ríos cuando los hijos ya eran grandes, que estaban por tomar la primera comunión, explica que antes no habían podido casarse pues no existía ley de divorcio y ella se había casado previamente, por lo que hicieron un casamiento provisorio vía Uruguay. Al año de la convivencia nació su primera hija, M P, de quién dice “era un sol”. Comenta que vivía muy feliz en un departamento chico de Villa Urquiza. Aclara que ella había nacido en Belgrano y quería volver a vivir en Belgrano. Refiere que su suegra vivía en Villa Devoto, que la visitaba frecuentemente en su casa de Urquiza, que la quiso mucho, y cuando estuvo enferma y operada su marido se ocupó de su madre.
Habla de la felicidad de su primer embarazo, que se cuidaba mucho, y recuerda cosas que le decía su madre sobre los bebés “el bebé tiene que estar muy bien alimentado”, e inmediatamente refiere que durante ese embarazo aumentó 20 Kg. Refiere que su primer parto fue difícil y prolongado, que debieron ponerle máscara de oxígeno y que su hija nació con ayuda de fórceps.
Del segundo parto –de Martín- refiere que fue inducido, que sucedió todo muy rápidamente, y que durante ese embarazo ella había estado muy activa. Agrega que mientras le era inducido el parto ella escuchaba música de Verdi, que vio nacer a Martín, y que cuando se lo dieron y le dijeron que era un varón se puso contenta.
Se le pregunta por la elección de los nombres, y refiere que la hija se llamó M por la abuela materna y el padre le agregó como segundo nombre P.
De su hijo dice que el nombre lo eligió el marido porque le gustaba, porque sonaba bien.
Hay momentos de desacuerdo entre los padres al relatar ciertas anécdotas o al dar información, se deja ver una antigua conflictividad entre los cónyuges, donde la esposa muestra un malestar evidente por sentirse sometida al marido, lo hace callar pidiéndole que no la interrumpa más, se hace evidente también que el marido establece lazos familiares tanto con su mujer como con sus hijos de tipo despótico, manteniendo una actitud irónica y de superioridad frente a éstos.
Del vínculo de cada padre con los hijos
La madre manifestó en diversas oportunidades durante las dos entrevistas la expresión vívida de angustia al referirse a la vida de su hijo, su infancia, adolescencia y estos años de detención. Pinta su vínculo con Martín por un lado desde una sobreprotección afectiva, y por otro desde un no darse cuenta de las conductas atípicas, raras que éste tenía, como el de la historia de las botellas de coca cola que llenaba con excrementos para luego ir a vaciarlas a la plaza, ya que frente a estas extravagancias la madre sólo podía decirle que eso no había que hacerlo. También llama la atención la excesiva preocupación que tenía por alimentar a su hijo, a quién describe como un bebé tranquilo, callado, que no lloraba nunca, que se mecía y se cantaba a sí mismo en la cunita, que era un niño que no causaba problemas nunca. Refiere que su hijo quería permanecer en el jardín a la edad de 2 años y medio, que ahí tenía amiguitos, luego los tuvo durante el colegio primario y que los chicos buscaban a Martín para ir de la mano.
El padre refiere que su hija M P no les dio ningún problema de bebé, ni en el colegio primario. Refiere que los dos chicos asistían a colegio católico. Trae a colación una travesura escolar que ocasionó que su hija recibiera 24 amonestaciones. Agrega que no podían educar a M P en las normas sociales y éticas, por ejemplo, que comía con las manos. En ese momento discute con la esposa respecto a si la hija tomaba o no cerveza de forma rebelde. Refiere que en segundo año del secundario la cambian de colegio, y agrega que anduvo por distintos colegios a los tumbos. Refiere que en esa época sufren un robo en la casa, por lo que su hija padeció un ataque de pánico, por lo que perdió la cursada en la facultad. Asimismo refiere que le afectó mucho la situación de Martín, no sólo a su hija sino a toda la familia. Agrega que a raíz de eso puso un psicólogo amigo para ayudar a su hija, pero que ésta lo rechazó, y el psicólogo le señaló que M P se hacía daño a sí misma. Refiere que su hija era muy buena estudiante, de sacar 9 y 10 en los exámenes, que cursaba la carrera de publicidad en la UB, pero a partir del 2004 aflojó mucho en los estudios.
De Martín refiere que tenía anomalías, por ejemplo que aprendió a andar en bicicleta a los 8 años mientras que los niños normales aprenden a los 4 años y que recuerda que la portera del edificio los observaba y se burlaba. Se refiere a Martín como un chico torpe en los juegos de pelota, que no participaba en los juegos, a pesar de sus esfuerzos por integrarlo en deportes como el jockey, tenis, golf. También refiere que era tan torpe que no podía hacer el nudo de las zapatillas. Agrega que en el colegio primario le pidieron un psicodiagnóstico, y que le informaron que su hijo tuvo mucha madre y poco padre. También refiere que su hijo se orinó en la cama hasta los 16 años. Cuenta que los maestros lo llamaban frecuentemente por Martín, porque no podía sostener la atención. Refiere que tuvo grandes dificultades desde el comienzo del secundario, echándole la culpa a la esposa por el colegio donde había inscripto a su hijo. Explica que su esposa tomaba a mal cuando él le explicaba que Martín no estaba apto para ingresar al colegio. Refiere que por el consumo de marihuana lo habían aplazado en todas las materias, pero que no sabía que Martín consumía. Cuenta que su hijo deambulaba por los distintos institutos –ahí se entabla una discusión entre los cónyuges porque M no admitía que su hijo deambulaba, explicando que lo que sucedía era que “Martín tenía mala suerte” -.
Refiere el padre que cursando en el colegio José Ingenieros comenzó a drogarse, y que fue durante una reunión con “amigos de la droga”, que su esposa lo advirtió por el olor y los echó de su casa.
Se hace evidente que la pareja de los padres no concordaba ni concuerda aún día en la visión de este hijo varón, sobreprotegido por la madre dentro de un vínculo simbiótico, donde Martín es el eterno niño, siempre infantil y frágil del que no puede separarse por lo tanto se imposibilita el proceso de formación de la identidad a través de la fase evolutiva de separación – individuación .
La madre, tal como lo expresa, no puede decodificar otra necesidad en su hijo que no sea la de alimentarlo, desde su propia necesidad de ver que su hijo está bien y tranquilo, no percibe otra cosa en Martín que un niño tal como lo describe en la entrevista actual –al igual que lo manifestó durante la primera pericia del año 2006- “un bebé tranquilo, callado, que no lloraba nunca, que se mecía y se cantaba a sí mismo en la cunita, que era un niño que no causaba problemas nunca”
Esta relación vincular de apego persistente entre madre-hijo más allá de los tiempos normales en que deben darse, unida a la imposibilidad de la madre de estimular a su bebé hacia actitudes y comportamientos conducentes a la progresiva adquisición de una identidad autónoma, es una de las características relevadas en las biografías de las personalidades psicóticas del niño y el adolescente.
La actitud del padre reviste la forma de crítica hacia la manera de ser de su hijo “anómalo y torpe” y la del vínculo sobre protector de la madre. No se involucra emocionalmente a través de los relatos, acepta en apariencia que fue un padre ausente.
De la vida cotidiana familiar antes y después del hecho de autos
La madre refiere que el hecho fue como una bomba, aunque la vida ya venía complicada desde antes por la drogadicción de Martín.
Continúa diciendo que su hijo vivía en la casa, que se dedicaba a tomar sol, a sacar a pasear a la perra, salir en bicicleta, la madre le prestaba su teléfono móvil siempre. Refiere que fue su hija quién le mostró unas botellas de coca cola con algo adentro –hace referencia a excrementos- que Martín tenía guardadas en su cuarto. Comenta que la reacción que tuvo para con su hijo fue “¡Martín que es esto!”, a lo que le respondió con risa diciéndole que no era nada. Agrega que después le respondió que “esto está sucio y lo tiro en la plaza”, haciendo referencia a que lo sucio estaba dentro de las botellas. Asimismo refiere que Martín usaba servilletas para abrir las puertas de su casa; que decía que su hermana tenía las manos sucias; que le molestaba el humo del cigarrillo por lo que tapaba las puertas en la base poniendo toallas para que no entrara. También refiere que Martín no podía hacerse cargo de ningún trabajo, tampoco pudo terminar la secundaria no obstante haber concurrido a un colegio de adultos en el que también fracasó pues, refiere, no se sentía ayudado a raíz de su manera de ser.
Refiere que había días que se podía hablar con Martín, pero había otros días que no se podía nada.
En la actualidad refiere estar destrozada al igual que su hija, supone que su marido se debe sentir igual. Dice que esto que sucede no puede ser, que su hijo es inocente, es como un niño, que se quedó cronológicamente, que no tiene picardía en nada. Refiere que su hija ha pasado situaciones terribles, mencionando el robo en su casa de Villa Urquiza, agregando que ese día ella se encontraba jugando a las cartas en el club mientras ocurría el robo en la casa. Relata que los ladrones apuntaron en el piso a Martín, a M P y a su esposo, y fue a partir de ahí que su hija quedó con pánico. M agrega que pidió ayuda psicológica y psiquiátrica.
Vuelve a hablar de Martín diciendo que tuvo grandes dificultades para acceder al manejo de la computadora, aunque no tenía problemas con los juguetes; asimismo no sabía usar el aparato de música.
Se le pregunta que otras cosas hacía Martín, a lo que refiere que su hijo la ayudaba en la casa, con la higiene, limpiaba su habitación. Agrega que salía en bicicleta, se ocupaba de los peces y de limpiar a fondo la pecera. Refiere que no tenía ni salía con amigos. Que se paraba en la puerta de la casa, que Martín se sentía señalado. Refiere que en una oportunidad su hijo estando en el balcón le dijo que había una persona en la vereda, sentada, y exclamó “ves, me están siguiendo”. Otra vez le dijo que dos personas en moto lo seguían, eran los de Villa Urquiza, y él no podía escaparse porque estaba en bicicleta.
Refiere que Martín estuvo a los 15 años internado en la clínica Ética debido a su consumo de drogas. Agrega que lo habían llevado a Drogadictos Anónimos, donde ella aprendió a descubrir los sitios donde Martín escondía las cosas. Refiere que la internación en Ética fue a raíz de que veía bichos, que lo tuvieron que llevar entre cinco personas, que todo eso fue muy traumático para Martín, y que cuando salió de ahí estaba todo torcido y contracturado, que permanecía de pié en una sola pierna como una cigüeña, que no podía caminar ni comer, que parecía que se le salía el corazón.
Habla de la segunda internación de Martín, a los 18 años, en el Hospital Italiano, también por drogadependencia, donde conoció a una chica internada por anorexia. Cuenta que con la chica se gustaron desde el primer momento, refiere que Martín la ayudaba a comer, y agrega que era lógico ya que su hijo si encontraba a un perro herido lo curaba. Así, se pusieron de novios. Refiere que ella misma los acompañaba adonde iban, los llevaba y traía, los controlaba.
Refiere que Martín conoció a otra chica en una plaza, con quién entró en una relación que duró dos años. Cuenta que era una chica muy delgada y llena de problemas de todo tipo, por lo que pensaba que no era una chica para su hijo, aunque llegó a apreciarla. Refiere que Martín se quedaba algunos días en la casa de ésta, que también llegó a regalarle un televisor. Cuenta que esta chica tenía tres hijos chicos. Pero que un día su hijo cortó la relación y le pidió que nunca más lo visitara.
Refiere que Martín se reía mucho, pero que ella, –la madre- no entendía de qué reía –esta conducta se conoce bajo el nombre de risa inmotivada, o “risa loca” muy presente en la sintomatología esquizofrénica, síntoma que se halla descripto en cualquier tratado de psiquiatría-.
El padre refiere que sus hijos no le dieron trabajo mientras fueron bebés. Que los problemas comenzaron a partir de la enuresis de Martín que duró hasta los 17 años. Agrega que el otro gran problema empezó con la drogadicción a los 18 años. Refiere que la primera internación de Martín fue una gran crisis. Agrega que su hija M P era una chica muy brillante pero que estos problemas la desestabilizaron. Se refiere a la problemática de la droga en Martín, y comenta que era muy difícil el tema del dinero, pues debía darle plata a su hijo, que si no lo hacía, Martín le sacaba dinero, y si no podía, lo robaba afuera. Comenta que la internación de Martín a los 18 años ocurrió porque tocó fondo. Agrega que esta situación deterioró mucho la relación entre él y su esposa.
Refiere inmediatamente que Martín durante la internación en el Hospital Italiano, estaba muy bien, ya que tenía novia, tenía sexo, comía las comidas ricas que le llevaban, por ejemplo lechón adobado.
Llama fuertemente la atención esta última opinión que da el padre sobre la internación de su hijo, en el sentido de la minimización con que trata el tema de esta internación, donde lo único que resalta son los aspectos placenteros, como el sexual y el comer, no pudiendo mostrar nada del orden de una preocupación paterna por la severa problemática que estaba atravesando Martín. Se observa en este último relato del padre, la presencia de negación, minimización y hasta burla por lo que le sucedía a su hijo, teniendo en cuenta que este estilo discursivo es característico de personas con rasgos narcisistas que se manejan con defensas maníacas encargadas de negar la realidad ante situaciones dolorosas.
Luego refiere que Martín era muy distinto cuando consumía drogas de cuando no consumía, admitiendo que luego de la internación en el hospital Italiano su hijo mejoró considerablemente.
Refiere que su hijo nunca pudo trabajar, pero que se ocupaba de forma total en cosas que le gustaban, por ejemplo, con la filatelia, hasta que un día la dejó; luego con los reptiles, acotando que se dedicaba de lleno a eso; otra vez se entusiasmó con la guitarra, hasta que se aburrió y dejó; agrega que lo que más le ha durado es el tema de los peces.
Se le pregunta por el tema de las armas, a lo que responde que por pedido de Martín le compró un rifle de aire que trajo de EEUU. Refiere que Martín se asoció al Tiro Federal, y que hizo los papeles en la armería.
Refiere que justo antes de la detención, Martín estaba con el tema de los excrementos que guardaba en botellas y guardaba en el balcón, agrega que tal vez uno o dos años de los sucesos que le imputan, observaba que Martín se reía solo. Que pudo observar más detenidamente a su hijo pues al jubilarse se quedaba en su casa y le daba compañía a su hijo que siempre estaba solo, no tenía amigos. Así observó que su hijo no tocaba con las manos, que agarraba servilletas para tocar los picaportes. Refiere una situación rara cuando estando en el Jumbo del Alto Palermo, Martín empezó a gritar e insultar, y luego de mucho tiempo le dijo que lo hizo porque sintió un olor muy desagradable. Cuenta de otra situación que pasó en la calle cuando Martín insultó a dos personas que pasaban caminando porque sintió que lo atropellaban. Agrega que su hijo respondía con gruñidos en lugar de hablar. Asimismo refiere que en varias oportunidades, Martín le gritaba con epítetos muy fuertes y sin motivos por ejemplo: “viejo, puto, maricón, te la van a dar por el culo”
Refiere que varias veces su hijo terminó preso por temas de su adicción a las drogas.
Refiere que la actitud fría que tenía Martín por esas épocas, han desaparecido debido a la medicación que le dan.
Habla la madre y refiere que cuando Martín estuvo en el Hospital Melchor Romero tiempo atrás, tuvo una regresión, estuvo muy mal. Se refiere al período de tiempo que pasó detenido en una celda con otras personas para que se le efectuase el estudio pericial psiquiátrico ordenado por la justicia de San Isidro. El empeoramiento de su estado, lo refiere a la suspensión de la medicación psiquiátrica, por lo que exigió que se la dieran nuevamente. Comenta que vio a su hijo totalmente agravado en sus síntomas, que tenía muchos miedos. Refiere que de la evaluación psiquiátrica que le practicaron en el Melchor Romero, obtuvo el sobreseimiento por inimputabilidad. Agrega que al salir de ahí medicado nuevamente –tal como lo medicaban en el Hospital Borda-, Martín mejoró notablemente, pudiendo relacionarse mejor con los otros.
Se le pregunta al padre cómo era la situación económica antes de la jubilación, a lo que responde que luego de jubilarse perdió una cuarta parte de lo que ganaba. Refiere que gasta mucho dinero para costear el juicio penal de Martín.
Se le pregunta a la madre por temas laborales, a lo que responde que trabajó, siendo joven, pintando y vendiendo cuadros, luego se dedicó a hacer suéter que vendía de manera informal, más tarde trabajó como empleada, luego en una boutique de cerámica, siguió trabajando en una casa de modas por San Isidro, dejando de trabajar a partir de su casamiento. Refiere haber retomado el trabajo cuando Martín contaba con 9 años de edad, pero últimamente tan sólo se ocupaba de vender ropa en clubes deportivos, lugares donde iba acompañada por Martín. Refiere que su hijo la acompañaba para cuidarla. Agrega que luego de la detención de su hijo no trabajó más.
Cuenta que Martín orinaba en cualquier lugar sin censura alguna. Respecto del día de la detención cuenta que hubo una confusa situación debido a que ese día ella estaba con Martín en Munro, y que mientras se volvió en colectivo a buscar las llaves del auto pues este se había cerrado con las llaves adentro, su hijo se había quedado vigilando el auto, al tiempo que orinó en la vereda. Refiere que esta conducta de Martín motivó desconfianza al creer que merodeaba el automóvil para robarlo, lo que terminó en persecución y detención posterior.
Se le pregunta a la madre si se encuentra bajo tratamiento médico, a lo que responde que se encuentra medicada con Levotiroxina, Rivotril y Somint que toma de vez en cuando. De la salud del padre se recaba que no presenta ninguna alteración ni enfermedad.
2) Entrevista a la hermana:
Dice llamarse M P R, argentina, nacida en la ciudad de Buenos Aires, el 20/08/1976, contando con 32 años de edad, tiene estudios universitarios inconclusos en publicidad, actualmente no trabaja, aunque intentó hacer trabajos cortos que dejó pues no eran remunerados. Es soltera y vive con sus padres.
Preguntada por su vida habitual, refiere que tuvo una infancia muy feliz y privilegiada por los muchos viajes que hizo, tanto dentro como fuera del país, situaciones que vivió como de gran creatividad.
De su escolaridad primaria recuerda a muchos amigos y cumpleaños. De su adolescencia refiere que durante el período de 10 hasta los 15 años era muy tímida, refiere que no era flaca y eso la conflictuaba, ya que sentía que sus amigas eran más lindas que ella, considera que en esa época era más retraída pero se vinculaba normalmente con los demás.
Agrega que a partir de los 15 años fue diferente porque formó su personalidad diciéndose “yo soy yo y mi personalidad fue muy valiosa” (Sic)
Refiere que la escolaridad primaria fue en un colegio de monjas, relatando una travesura, que terminó con amonestaciones y cambio a un colegio mixto; que en la secundaria empezó a ser muy rebelde. Agrega que comenzó a fumar a los 14 años imponiéndose en su casa. Refiere no haber tenido problemas de aprendizaje pero sí una gran rebeldía.
Preguntada por el vínculo con los padres, refiere con dificultad que es buena, diciendo que adora a sus padres aunque reconoce las cosas que cada uno tiene. Del padre se muestra dubitativa, diciendo que la observa y le dice que es muy dejada; con la madre dice que es muy amorosa y que se lleva mejor ahora.
Preguntada por la relación con Martín refiere que cuando eran chicos jugaban mucho juntos, cada uno en su tiempo personal, y llegado cierto momento lo percibió como inferior o diferente a ella, dándose cuenta cuando creció que Martín tenía problemas, refiriéndose por ejemplo que necesitaba ser apoyado escolarmente por maestros particulares, como también era ayudado por el padre pues Martín se distraía fácilmente. Refiere que mantenían peleas de hermanos. Agrega que su madre lo sobreprotegía mucho, lo cuidaba de otra forma que a ella, le hacía otro tipo de comidas, y que eso continúa así hasta hoy día.
Se le pregunta si conocía el consumo de drogas de Martín, responde que fue la primera que lo supo, que en esa época también ella probó la marihuana. Refiere que al tiempo se dio cuenta que Martín empeoraba por el consumo, por lo que se lo advirtió a sus padres, pero éstos lo negaron o no pudieron procesarlo.
Remarca que los padres no se daban cuenta de que Martín estaba mal, hasta que llegó la internación en el Hospital Italiano. Refiere con angustia, que fueron muchos los años que Martín estuvo mal, y todo eso arruinó y perjudicó a su familia.
Preguntada cómo veía a Martín luego de esa internación, responde que lo veía mejorado porque ya no se drogaba, pero muy diferente en cuanto a su personalidad. Se le pide que aclare un poco más, a lo que responde que si bien ya había terminado con todo eso de las drogas, también se dio cuenta que había terminado con el vínculo con sus amigos de la droga, no era extrovertido, no se relacionaba bien con los otros. Agrega que Martín no tiene ninguna capacidad para relacionarse con otros. Refiere que al tiempo de haber dejado las drogas comienza a tener conductas raras como la de la limpieza, ya que usaba más de un jabón por día, se bañaba varias veces al día. Otro dato que cuenta se refiere al terrible olor a excrementos, que también eran visibles por donde salía el agua. Refiere la historia de las botellas que llenaba con algo marrón de olor a excrementos. Refiere que vio esas botellas apiladas en el armario de Martín, y eso pasó bastante tiempo antes del hecho. También refiere que no podía mantener una conversación normal con Martín, ni tampoco su hermano le explicó nunca por qué hacía esas cosas raras. Refiere que sus padres simplemente le decían a Martín que no hiciera esas cosas.
Comenta que por ese entonces la madre decía que Martín padecía de trastorno obsesivo compulsivo (TOC) pues había visto un documental que mostraba que esos pacientes se lavaban mucho las manos…
Preguntada respecto a cómo se enteró de la detención del hermano, reacciona con súbita angustia, llanto entrecortado, por lo que es contenida. Luego puede referirse al tema diciendo que estaba en su casa, que su madre había salido con Martín, pero que volvió sola, Martín no volvía y no sabían qué pasaba. Luego de tres o cuatro horas sin tener novedades, llamaron a la policía, a los hospitales, hasta que se enteraron por la televisión que lo habían detenido. Refiere todo esto con mucha angustia. Actualmente refiere que no sabe qué pensar y que prefiere no hablar del tema, que si su hermano hizo eso debe ser porque está muy enfermo, que no es como un tipo que mata por dos pesos.
Preguntada si visita a su hermano, refiere que al principio no podía ir a las visitas, pero que actualmente va, no muy seguido, que le resulta muy difícil pues lo encuentra muy distinto.
Preguntada sobre si realiza tratamiento psicológico, responde que ahora no, que lo intentó con un terapeuta amigo del padre, pero no pudo seguir. Ni tampoco hizo tratamientos anteriormente.
Preguntada por relaciones de pareja, refiere que tuvo una relación a los 15 años que duró 3 meses, que terminó y le dolió mucho, estuvo mal por un año y eso la marcó. Refiere que luego de eso no pudo tener ninguna otra relación de pareja.
Preguntada por la relación con su madre responde que si bien ella se parece más al padre y se lleva mejor con él, poco a poco fue entendiendo más a su madre y se pudo llevar mejor. Si bien no se parece a su madre, de quién dice que habla mucho, pero pudo mejorar la relación con ella.
Para concluir la entrevista se le pregunta si recuerda cuándo su madre empezó a trabajar, a lo que refirió no poder precisar al respecto, que lo que puede decir es que no tenía un trabajo formal, ni trabajaba todos los días, ya que compraba y vendía ropa en el club.
Se puede relevar que M P es una joven que es portadora de una personalidad depresiva, con dificultades en las interacciones con los otros, ya sea a nivel de amistades, como de pareja y por supuesto intrafamiliares. Reprocha a su madre el haber sobreprotegido a Martín, tal vez sintiendo un abandono afectivo, lo que la lleva en la adolescencia a comportarse como una rebelde. Si bien empezó la entrevista mostrando una infancia idealizada, se fue desmoronando paulatinamente y aparecieron rasgos depresivos, e ideas de fracaso y aislamiento. Por sus dichos no cuenta con contención afectiva a nivel intrafamiliar. De su padre dice lo mínimo e indispensable. De su hermano no guarda un vínculo feliz, no lo comprende, y prefiere a esta altura de los acontecimientos no pensar en eso pues la historia actual la deprime. No se siente protagonista de su propia historia, tiene una autoestima a mínima, lo cual no le permite llevar a cabo sus proyectos de vida, entre ellos, el de su carrera universitaria, ni tampoco independizarse a través de un trabajo.
III) CONCLUSIONES DIAGNÓSTICAS DESDE LA PSICOLOGÍA FORENSE
De acuerdo a todo lo expuesto previamente, ratifico en un todo las conclusiones psico-psiquiátricas del último dictamen pericial que consta en autos, de fecha 25 de Marzo de 2008, emitido por el Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, firmado por los Dres. Jorge F. A. Kiss, Juan C. Badaracco, Javier Cabello y por el Perito Psiquiatra de la Defensa, Dr. Mariano N. Castex, firmando en coincidencia. Dichas conclusiones que ratifico son:
1) Las facultades mentales de Martín Ríos no son normales.
2) Al momento de ocurrencia de los hechos el causante no pudo comprender la realidad ni dirigir sus acciones en el sentido de dicha comprensión.
3) En el examen actual se observa una afección mental que consiste en un Síndrome Defectual medicado y estabilizado.
4) Su afección lo hace peligroso para sí y para terceros.
5) Debe ser internado en establecimiento psiquiátrico cerrado y tratado psiquiátrica y psicoterapéuticamente.
IV) RESPUESTA A LOS PUNTOS DE PERICIA:
Puntos para los padres y la hermana de Martín Ríos:
1) Genograma con 3 generaciones. Familia de origen de cada padre, integrantes, convivencia, enfermedades, fecha y causa de muerte, situación económica laboral, relaciones entre los integrantes de las familias de origen. Relación entre los integrantes de la familia de origen y los de los integrantes de la familia Ríos.
2) Historia laboral y estudios de los padres del imputado. Lugares de residencia
3) Características y evolución de la relación entre los padres. Descripción de las discusiones entre ambos y la forma de participación de los hijos.
4) Características y evolución de la relación de cada padre con Martín Ríos y con la hermana de éste y de los hermanos entre sí.
5) Descripción de la vida cotidiana y las rutinas de cada uno de los integrantes de la familia Ríos, en particular de Martín, antes y después de los hechos de autos. Estudio y características de las relaciones de pareja de la hermana de Martín
6) Relaciones de pareja y de amistad de Martín Ríos, características y evolución. Relación con compañeros y docentes.
7) Descripción del manejo y la forma de circulación del dinero en la familia.
Estos 7 puntos se consideran analizados en profundidad a lo largo del apartado “II) ENTREVISTA PSICOLÓGICA DEL GRUPO FAMILIAR DEL IMPUTADO” del presente informe pericial, por lo que me remito a ese para dar respuesta a dichos puntos.
Puntos para Martín Ríos:
1) Criterio de realidad, capacidad de comprensión y aptitud para dirigir sus acciones al momento de los hechos considerando los elementos obrantes en autos.
2) Diagnóstico al momento del examen.
Estos 2 puntos se encuentran respondidos en el apartado “III) CONCLUSIONES DIAGNÓSTICAS DESDE LA PSICOLOGÍA FORENSE” del presente informe pericial, por lo que me remito a ese para dar respuesta a dichos puntos.
Es todo cuanto puedo ampliar a V.S.
Patricia I. Martínez Llenas
Lic. en Psicología – M.N. xxxx
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1 comentario:
Wow! Tu trabajo esta muy bueno. Me encanta todo esto y hay poca info en la web. Yo estoy estudiando para psicologia en la UBA y quiero seguir la orientacion forense. Es muyy interesante!
Una pregunta: el delicuente luego se entera del informe psicologico? y de los datos del psicologo/a? Pregunto porque recien empieo con la carrera y hay gente que me dice que es muy peligrosa la psicologia forense, juridica ya que el delicuente podria tomar venganza.
Gracias!
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